Burnout
Como todos los años llega diciembre y observamos como el nerviosismo de ciertos mandos directivos de la entidad se hace insoportable, provocando un ambiente tenso y sofocante en las oficinas y algún que otro centro de trabajo. Mientras, la plantilla, cansada de este año tan convulso sufriendo despidos, externalizaciones o planes de salida frustrados, siguen esperando el tan ansiado cambio de “Cultura Santander” que se promete, pero que se hace esperar demasiado. Sigue leyendo