calibración
Estos días asistimos, como todos los años, al perverso juego de la “calibración” de las evaluaciones. Perverso, injusto, rastrero y que no se ajusta con la realidad de una plantilla que, tras ver cómo gracias a su esfuerzo Banco Santander ha conseguido obtener unos beneficios récord, ahora se le aplica la “Campana de Gauss” para justificar lo injustificable.
Pero, ¿De dónde vienen las órdenes de calibrar las evaluaciones?, ¿Quién las calibra?, ¿En base a qué? Nadie sabe, nadie contesta. Calibraciones que, en muchos casos, se ceban con las personas que disfrutan reducciones de jornada o ejercen otro tipo de derechos relacionados con la conciliación, atentando contra el “Plan de Igualdad” que se firmó hace unos días. Sigue leyendo