Suenan tambores de guerra y las soflamas militaristas campan a sus anchas sobre un contexto de masacre humana. Ante este escenario, el movimiento anarcosindicalista no puede permanecer pasivo.
La invasión que el gobierno de Putin ha realizado, bombardeando a la población civil ucraniana es un crimen, no solo para el derecho internacional, debe serlo para cualquier persona que crea en la vida. Este es un hecho objetivo que no necesita matización, ni tampoco contextualización.
El asesinato de miles de civiles, incluyendo muchos niños y niñas, debe ser objeto de la máxima repulsa por parte de nuestra organización.
Desde CGT reclamamos un alto el fuego, la paralización inmediata de toda operación bélica por parte de las tropas de Putin, así como el cese del avance de las tropas sobre población ucraniana. Es la primera condición para que la mesa de diálogo encuentre la vía de una resolución pacífica de esta situación provocada por el mandatario ruso.
Reclamamos así, la apertura de cordones humanitarios que provean a las poblaciones más castigadas por la guerra, tanto de entrada de alimentos y agua, enseres… como la salida voluntaria de todo aquel que lo solicite, incluyendo las deserciones que puedan producirse en cualquiera de los frentes.
En consecuencia, reclamamos a todos los países una política de acogida ágil y abarcadora que provea de condiciones de vida digna a aquellas personas que huyen del horror.
Por último, solicitamos al conjunto de la comunidad internacional la búsqueda de vías de resolución que permitan acabar con esta agresión y que a nuestro juicio aún no han sido ni tan siquiera exploradas.
Desde el anarcosindicalismo, queremos expresar nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano que sufre en primera persona la injustificada agresión de un gobierno autoritario. La dignidad de personas que a manos desnudas tratan de parar la sinrazón de la guerra, conmueven al mundo y sirven de inspiración a la humanidad. Asimismo, queremos expresar también nuestra solidaridad con el pueblo ruso que se manifiesta en las calles contra la invasión y que está siendo brutalmente reprimido por el mismo Putin.
En esta guerra, como en las demás que están asolando otras partes del mundo, nadie gana, ni nadie ganará. Es la humanidad la que ya está perdiendo. Por eso el movimiento anarcosindicalista internacional está posicionado contra la guerra, formando parte de las columnas de manifestantes en España y en la propia Rusia. Son ellas y ellos los representantes de un mundo mejor.
¡Basta Ya de Crímenes de Guerra!
Secretariado Permanente de Comité Confederal
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