Cuando algo no afecta a un determinado colectivo o a una persona en concreto es muy fácil el aceptar recortes de derechos, externalizaciones e incluso despidos. Eso es precisamente lo que algunas representaciones sindicales llevan haciendo desde hace muchísimo tiempo y lo que continúan practicando de manera lamentable en el presente procedimiento de despido colectivo.

En una de las primeras reuniones del presente procedimiento de despido colectivo, por el que el Banco pretende extinguir 5.072 puestos de trabajo, uno de los sindicatos con mayor representatividad, indicaba a los representantes de la empresa que, los que nos quedamos queremos saber el proyecto de Banco futuro. Una inquietud muy acertada, pero que en la primera parte de su formulado, denota que lo que se está negociando en esa mesa a ellos no les afecta, al considerarse excluidos de los despidos y de las externalizaciones.

Bajo esa premisa es fácil entender las actitudes que vemos a diario en la mesa de negociación. Una mesa en la que, al margen de CGT, ninguno de los cuatro restantes sindicatos presentes en la misma, y que ostentan el 84,62% de la representatividad, ha cuestionado las causas, salvo la económica, algo por otro lado ciertamente anecdótico. Reconocer las causas aducidas por la Empresa es darle carta blanca para acometer el proceso sin mayores complicaciones, ya que caso de que el proceso fuese judicializado, los juzgados se lavarían las manos al no entrar en el fondo del asunto, quedándose únicamente en las formas. Unas formas que el Banco por razones obvias trata de cumplir de manera escrupulosa.

Nos encontramos llegando al final de las supuestas negociaciones y todo va fluyendo, como siempre, hacia el acuerdo final. Ya están los potenciales firmantes haciendo ver a la plantilla que el Banco empieza a aceptar sus exigencias, como si hubiesen hecho algo para forzarle a ello, salvo decir que “la oferta” les parece insuficiente. Gran poder de persuasión tienen estos sindicatos para ganarle al Banco el pulso sin siquiera mover una bandera. Qué sería por tanto, si hubiesen apoyado la huelga que desde CGT les propusimos convocar para defender el empleo y los derechos de la plantilla ante el mayor proceso de despido colectivo llevado a cabo hasta la fecha por el Banco.

Este supuesto tira y afloja solo sirve para darle al proceso un halo de veracidad que le sirva al tribunal de turno, llegado el caso, para decir que se ha negociado de buena fe entre las partes y que, por tanto, el ERE es legal. Cuando realmente lo que hay es un sainete planificado y pactado desde el mismo inicio, en donde el Banco va modificando sus planteamientos iniciales hasta alcanzar el punto donde tenía previsto llegar, a la par que los negociadores van alardeando de conseguir mejoras sobre una propuesta inicial irreal. Unas supuestas mejoras que finalmente quedarán por debajo de las que se firmaron en el ERE anterior y que servirán de tope para el siguiente, que dada la voracidad de Banco Santander, no tardará mucho en llegar.

Un ERE este en el que casi 4.000 personas van a ser despedidas para ir a cobrar al SEPE prestaciones por desempleo y otras 1.000 aproximadamente van a ser externalizadas a empresas de servicios, creadas para asumir las funciones que estas vienen realizando de manera habitual.

Nos tratan de vender, tanto la empresa como sus sindicatos amiguetes, que con la externalización se evitan despidos y nos encontramos con que ni se están creando, ni internalizando en el grupo tareas nuevas para que estas sean realizadas por el supuesto personal excedente, sino que realmente las tareas a realizar van a ser las mismas que venían haciendo en la actualidad. Por tanto, el trabajo existe y no se crea. Lo que ocurre es que la Empresa, por voluntad propia, quiere que se haga fuera del Banco en empresas de servicios con peores condiciones laborales. Lo que podría suponer una cesión ilegal de trabajadores al externalizar directamente parte del servicio bancario.

En resumidas cuentas que a fecha de hoy solo tienen garantizada su continuidad en la empresa los 670 delegados y delegadas sindicales que componen la representación legal de los trabajadores, entre los cuales destacan los 556 correspondientes a los sindicatos firmantes. Así da gusto firmar despidos.

4 respuestas a €R€ en Banco Santander. Los que nos quedamos

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